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Megan Fox: su lucha contra el bullying y sus secuelas

Megan Fox: su lucha contra el bullying y sus secuelas

La actriz de películas como Jennifer’s Body y Transformers, Megan Fox, ha consagrado una carrera de éxito gracias a su talento y el título de ser una de las mujeres más sensuales de Hollywood. Sin embargo, el camino hasta su trabajo soñado ha sido duro y es que Megan pasó por varios años de bullying durante su infancia y adolescencia que hicieron mella en su forma de ser y en su salud mental que aún a día de hoy arrastra.

 

“Desde que nací me he sentido como un pez fuera del agua. En la escuela no tenía amigos. Y de adolescente, tuve que sufrir comentarios negativos y otras dificultades. Así que aprendí pronto a hacerme una coraza protectora. Una buena lección para sobrevivir en Hollywood, donde primero te suben al cielo y, a renglón seguido, te destruyen.”

 

Siendo una niña, Megan recibía burlas por su aspecto físico, por el color y la forma de sus ojos, por sus aspiraciones de ser actriz… Además, proviene de una familia estricta que no le permitía invitar a amigos a su casa o socializar como una niña más. Megan empezó en el mundo del espectáculo desde una edad muy temprana, primero en danza y luego como modelo, lo que también la alejó de lo que sus compañeros de clase consideraban “normal”, bien fuera por falta de comprensión o por envidia.

 

“Tenía 15 años. Todo el mundo me odiaba y era un completo desastre. Mis amigos no eran de mi edad, y también empecé a tener una personalidad muy agresiva, por eso las chicas no me querían. Únicamente he tenido una amiga en toda mi vida.”

 

Megan Fox: su lucha contra el bullying y sus secuelas

 

Megan ha hablado en varias ocasiones sobre las secuelas que arrastra de esa época de su vida, como trastornos de ansiedad. Recientemente ha contado en una entrevista para GQ Style que sufre dismorfia corporal, un trastorno en el que quien lo padece percibe defectos o imperfecciones en la su apariencia, reales o imaginarios, a veces puede ser imperceptibles para los demás pero que provoca grandes niveles de ansiedad, angustia y malestar que llevan a la persona a tratar de esconderlos e incluso evitar situaciones sociales por miedo a que otros los vean. En 2009 sufrió un colapso que la hizo pasar por un mal momento anímico y preocuparse por su salud mental:

 

“No quería que me vieran, no quería tener que hacerme una foto, caminar sobre una alfombra, no quería que me vieran en público en absoluto porque sentía miedo, y tenía la creencia y la certeza absoluta de que se burlarían de mí, o me escupirían, o alguien me gritaría, o la gente me apedrearía o me atacaría... Pasé por un momento muy oscuro después de eso"

 

A pesar de esto, los trastornos de ansiedad y de autoestima, si hay algo que Megan ha recalcado a lo largo de su carrera es su espíritu resiliente y luchador, siendo capaz de sacar todo el aprendizaje y la fuerza posible de sus experiencias negativas para salir adelante y ser la mejor versión de sí misma y ayudando a los demás. Ahora, como madre, defiende que sus hijos crezcan en un ambiente en el que se sientan libres para decidir y explorar lo que les gusta y lo que no y quiénes quieren ser, promoviendo su autoestima para defenderse de aquellos que se burlen de ellos o les hagan daño, y para que ellos no hagan a los demás lo que no les gustaría que les hicieran. 

 

“Apoyar a otras personas, especialmente a nuestros hijos, no nos cuesta nada, pero es una de las inversiones más valiosas que podemos hacer”