Halsey: De "bicho raro" a estrella de la música

Halsey y la superación del bullying que sufrió: De "bicho raro" a estrella de la música

Halsey es el nombre artísico de Ashley Frangipane, una de las cantantes y compositoras más auténticas que encontramos actualmente en el panorama musical internacional. Nacida en 1994 en Nueva Jersey (Estados Unidos), comenzó su camino en el mundo de la música en 2014, cuando grabó una canción llamada “Ghost” y la publicó en su cuenta de SoundCloud, con la que consiguió atraer mucha atención y tardó poco en ser contratada por una discográfica para lanzar un EP y, un año después, publicaba su primer disco Badlands. Actualmente, cuenta con tres discos en el mercado (el último de ellos, Manic, publicado en enero de este año) y colaboraciones de éxito con artistas como The Chainsmokers, Khalid o Post Malone.

 

Si por algo destaca esta artista es por sus letras emotivas y honestas, mezcladas con un sonido indie-pop, que consiguen conectar con el público de una manera muy especial y que dejan entrever cómo ha sido su vida. Halsey utiliza la música como vía de escape desde que era muy pequeña y confiesa a la revista Billboard que no tiene recuerdos agradables de su infancia. Eso que ahora la hace tan única y especial fue, durante muchos años, motivo de burla para sus compañeros. Halsey, con sus tatuajes y su cabeza medio rapada, sufrió bullying y se sintió el “bicho raro” de su instituto porque era diferente a sus compañeros.

 

A ese sentimiento de soledad y de incomprensión se le sumó que, durante su adolescencia, fue diagnosticada con trastorno bipolar y se vio obligada a pasar algunas semanas en un centro de tratamiento psiquiátrico tras un intento de suicidio.

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“Intenté suicidarme. Era una adolescente. No sabía lo que estaba haciendo. Tenía 17 años y estuve allí en la sala infantil, lo cual fue aterrador. Estuve con niños de 9 años que también habían intentado suicidarse.”

 

Halsey encontró su lugar en Internet, donde pudo relacionarse con otras personas más afines a ella y crear una comunidad en la red social Tumblr, en la que compartía poemas, fotos y canciones que le gustaban. A raíz de estar aislada de todo estímulo externo durante su estancia en el centro de salud mental, comenzó a darse cuenta de lo mucho que extrañaba la música en aquel momento:

 

“El día que salí del centro, escuché a Imagine Dragons en el coche. Para mí fue un momentazo porque no había sido consciente de lo importante que era la música para mí hasta ese momento. Tres años después, actué de telonera para ellos en su tour por Estados Unidos”.

 

Y se centró en ello, en utilizar la música y escribir sobre sus emociones como terapia, lo cual la ha llevado hasta el día de hoy.

 

“Puedo estar teniendo el peor día de mi vida, odiar mi cuerpo, pensar que estoy gorda, que no sirvo para nada y, tan pronto como escuche unas cuantas notas de una canción, todo eso desaparece. Todo lo que odio de mí misma desaparece cuando salgo al escenario. Por eso me aferro tanto a esto, porque me impide matarme.”

 

Halsey ha publicado muchas canciones sobre estos sentimientos que la han atormentado durante años y ha aprovechado la fama que ha ido obteniendo para convertirse en activista y dar visibilidad al bullying, a las enfermedades mentales y al feminismo. Su historia es un claro ejemplo de superación. Halsey ha aceptado su pasado como una etapa de aprendizaje que le ha permitido ver el mundo de otra manera, volverse mucho más empática y a aceptar sus emociones:

 

“No siempre voy a ser agradable, ¿sabes? No siempre puedo estar calmada. Tengo derecho a sentir mis emociones y, por desgracia, debido a las circunstancias con las que lidio, puede que sean un poco más intensas que las de otras personas.”